Cuando decidí
escribir la parte 1, solo pensé hacerlo sobre las mujeres, pero me
dije ¿y los hombres no existe o qué? ¡Pues claro qué si! ¡Allá
vamos!
Siempre que hablamos
(si es que hablamos), de la apariencia física de un hombre nunca le
damos demasiada importancia. O bien, porque ellos no nos transmiten
esa preocupación o porque pensamos que un hombre no valora esas
cosas. ¡Pues no es así! ¿Tenemos realmente la capacidad de
entender a un hombre o aunque sea escucharlo? Pensaréis que es una
pregunta muy simple y diréis ¡pues sí! Pero yo no lo tengo tan
claro.
Me gustaría tratar
el tema como lo hecho en la parte 1, pero como comprenderéis no
puedo. ¿Por qué no? Porque nadie, ni en redes sociales ni en ningún
sitio (que yo haya visto o escuchado), tratan la apariencia físico
de un hombre. Yo creo que esto no se hace porque realmente a ellos
les da igual. No les da igual su físico, porque se pueden sentir
acomplejados o bien sentirse muy satisfechos, sino les da igual lo
que los demás puedan pensar de ellos (hablo en un plano general,
siempre habrá chicos que esto sí les preocupe). ¡Eso es magnífico
si es como yo creo! Las mujeres (por lo que yo he podido observar,
nos calentamos más la cabeza y no pasamos tanto de todo, y como no,
tenemos casi siempre rivalidad entre nosotras). Como por ejemplo:
“¡Mira esa como va! ¡Parece una p***! A mí, personalmente, como
mujer, estos comentarios me parecen tremendamente horribles. Tanto si
los dice una mujer como si los dice un hombre.
Pero como no puedo
hablar tan extensamente de los hombres gordos o delgados, hablaremos
más concretamente de lo que se lleva hoy en día. Y lo voy a iniciar
con un acontecimiento:
Hace unos años,
paseaba con una amiga por la ciudad. Nos encontramos a dos amigos de
ella y tras estar charlando, decidimos ir a un bar y tomar algo. Tras
estar hablando un buen rato, decidimos que nos teníamos que ir (yo
había quedado con mi pareja). ¡Y como no, mi amiga! “Tía que
bueno está, ¡qué rubio y qué ojazos azules! Y yo al momento le
dije, pues a mí me parece más guapo el otro (era moreno, más
bajito y tenía alguna que otra imperfección física). Su respuesta:
“¡Tía, pero si es feo!” ¿Y? (realmente no lo era).
Con esto quiero
decir que ya puedes ser gordo o delgado, ser rubio o moreno o ser
alto o bajo, si tú te quieres, ¡ya está!
En este caso mi
amiga siempre se fijaba en el tío más llamativo en cuanto a físico
(que también me parece bien), pero sin humillar al que tú dices que
es feo.
¡Y como no! ¡Tenía
que tratar también este tema! ¡El hombre deportista!
Solemos escuchar:
“Uff, qué tableta tiene” “Madre mía que brazos” “Dios,
esa V me encanta”. Esto está bien, porque realmente te puede
gustar un hombre así, ¿pero sabéis que hay hombres que no tienen
nada de eso y son guapísimos? ¡Hombres gordos de muy bien ver!
(aunque no haga deporte no significa que esté gordo).
En definitiva,
¡QUIERTE MUCHO! ¡ERES PERFECTO ASÍ COMO ERES! Da igual que seas
calvo, o moreno, o pelirrojo, o muy bajito… ¡MOLAS ASÍ!
¡Aaaa
no os olvidéis de ver la FRASE DE LA SEMANA!
¡Muaksssss!
"Es que si todo es perfecto, ¿qué gracia tiene?"
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Dime lo que te gusta y lo que no! Con las dos cosas aprendo mucho