viernes, 4 de noviembre de 2016

La muerte (una manera bonita de verla)



Si hablamos de la muerte, siempre pensamos en dolor y sufrimiento, y en realidad es así. Cuando alguien querido para nosotros fallece, estamos mal. En este post, no vamos hablar de ver la muerte como felicidad, pero si de aceptarla de una manera natural y sencilla.

Os voy a contra una anécdota, que para mi fue muy bonita.
Hace unos años, tuve la fortuna de coincidir con una persona que acompañaba a “despedir a la gente”. Era una especie de charla que se nos dio, no se el motivo, pero me da igual, porque lo que extraje fue fabuloso.
Pues bien, yo sentada, escuchaba como nunca lo había echo a esa señora, tan señora. Ella se dedicaba, pues a eso, a acompañar a la gente a la recta final de la vida. Os resumo su discurso aquí:

Pues ese es mi trabajo. Cuando la familia ve que le queda poco, me llaman a mi para que esté con él/ella. ¡Y mi trabajo me encanta! Yo no quiero que ellos pasen mal ese último trago, yo lo que les hago, es que se rían, se diviertan… en definitiva hagan lo que quieran. Una vez me llamaron para una chica joven que estaba enferma. Cuando entré, encontré la habitación a oscuras y con velas. ¿Y sabéis lo que hice? Su deseo era bucear, y como eso no era posible, pues nos vestimos como si lo fuéramos hacer. Ella con las aletas, las gafas… y yo también. Lo último que recuerdo de ella es una gran sonrisa. Otra vez, era un señor mayor. Su deseo era tomarse un vaso de vino y fumarse un cigarro, y así fue. Le compré lo que el señor quería y a las horas falleció. Después un señor que estaba muy mal, pero llevaba meses así, su deseo era ver a sus hijos, los cuales no se hablaba con ellos, hice todo lo necesario y cuando por fin los pudo ver, falleció. ¿Y sabéis un dato curioso? Cuando una persona le queda poco tiempo, desprende un olor muy agradable, muy dulce.”

Este relato para mi fue maravilloso. Su trabajo era hacer feliz a la gente. Me faltan palabras para poder describir lo que esta señora hace. Es un chute de buen rollo a algo que da tan mal rollo. ¡Me encantaría morirme así, oye!
Y si os sigo contando cosas, el otro día vi una cosa que NUNCA, repito NUNCA había visto. Mirando la tele, veo que una periodista informaba del fallecimiento de un compañero de profesión. Y lo hacía con una sonrisa en la cara, con un aprecio y una admiración imparable. Yo estoy acostumbrada a ver esto, pero con caras tristes, y esa actitud me encanto. ¡Ella sonreía porque lo recordaba con alegría! ¡Me encantó!

¿Qué quiero transmitir con esto? Pues que la muerte es fea, vale, pero una vez puestos, saca todo lo positivo de eso. Yo por ejemplo, cuando me muera, quiero que se diviertan “conmigo”. Que me recuerden con mis gracias y mi mal humor, y que cuando se estén comiendo un bollo, piensen que yo me volvería loca por comerlo y que se rían, que rían mucho.
En definitiva, mira las cosas positivas que pueden pasar, y sobretodo lee bien el discurso de esta gran señora y quiero que realmente pienses si no es fabuloso esto. ¿Os gustan los deberes que os he mandado? ¡Pues a darle al coco, tronkis!

¡Muchos besos fusión salvaje!


(como siempre, espero que os guste)

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